El tema vital más importante en la personalidad adolescente es el desarrollo del yo y de la identidad personal. Son éstos términos un tanto borrosos e imprecisos, pero refieren a un núcleo de la persona, que rige otros comportamientos y que, en alguna medida, está presente en la conciencia del propio sujeto en forma de representaciones acerca de sí mismo, proyectos expectativas de futuro, coordinación las propias experiencias...El desarrollo del yo y de la identidad personal se vincula estrechamente con la propia historia adolescente. Es en la adolescencia cuando el ser humano comienza a tener historia, memoria biográfica, interpretación de las pasadas experiencias y aprovechamiento de las mismas para afrontar los desafíos del presente y las perspectivas del futuro. El niño tiene memoria autobiografica pero todavía no la tiene organizada. Es en la adolescencia cuando comenzamos a tejer nuestro propio relato personal y ese relato constituye el discurso fundamentador de nuestra personal identidad.
La formación de una identidad personal representa el núcleo de la concepción evolutiva de Erikson y de su análisis de la etapa adolescente. Este autor ha analizado el desarrollo de la personalidad, y en particular, el de la personalidad sana como génesis de la identidad, una génesis gradual, a través de complejas estapas, que conducen a una creciente difenciación, individualización y plenitud de la persona. En la concepción de Erickson, el desarrollo humano obedece a un principio genético activo y dinámico, que constituye un verdadero plan fundamental, derivado del desarrollo prenatal del organismo, inscrito en el ser vivo en crecimiento y ordenado a la aparición sucesiva de partes -integradas en la personalidad- hasta surgir todas ellas y formar un conjunto integrado y en funcionamiento.
La adolescencia es un momento clave y también crítico en la formación de la identidad. Tanto antes como después hay etapas que contribuyen a la diferenciación de la personalidad y a la génesis de la identidad.
Principalmente nos centraremos en las etapas que nos acontencen:ç
El período de lactancia y el reconocimiento mutuo.
La primera infancia y el deseo de ser uno mismo
La infancia y la aticipación de roles
La etapa escolar y la identificanción con la tarea
La adolescencia y la cristalización de la identidad: Intenta definirse a través de todas sus aficiones, actividades, aspiraciones y, principalmente, sus amores, de los cuales hace apasionadas tentativas para llegar definir su propia identidad, proyectando sobre el otro -el ser querido- la propia imagen de sí mismo, para verla de ese modo reflejada y gradualmente clarificada en una pasión que, en gran medida, consiste justo en en conversión sobre quién soy yo y quién eres tú.
La vida adulta, más allá de la identidad.
En un primer momento adulto, es la adquisición de la intimidad
Es, más tarde, la “generatividad” o “creatividad”
Es, en fin, la integridad.
Un buen ejemplo de todo el proceso definido por Erickson lo podemos ver reflejado en la película Fresas Salvajes que narrá la historia de un médico va a recibir un homenaje de su universidad. Repentinamente, tras un sueño en el que contempla su propio cadáver, decide emprender el viaje en coche con su nuera, que se ha ido de casa de su hijo tras una discusión por su embarazo. Durante el viaje parará en la casa donde pasaba sus vacaciones de niño, donde crecen fresas salvajes y donde tuvo su primer amor...
Alguna de las critícas que hago a este modelo son su falta de rigor y que no necesariamente todas las personas pasan por las mimas etapas en el mismo orden y que no necesariamente tiene que ver con una maduración biológica, es decir, no es universal.
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