La Profesora Shirley Grundy es en la actualidad decana de la Facultad de Educación de Deakin University. Sus intereses académicos principales son: la Investigación Acción; la investigación cualitativa en general; la teoría y el desarrollo curricular; la gestión educativa y el desarrollo profesional. Una de sus preocupaciones centrales s el reto de preparar profesores que enseñen sobre la conflictiva y compleja sociedad.
La investigación que lleva a cabo la autora surge a raíz de la insatisfacción por la teoría del currículum. Todo cobra forma a partir de una conferencia que realiza y donde se da cuenta de que se confundía la “estructura” y los “fundamentos” del currículum. Cuando se dedicó al estudio del currículum utiliza el enfoque de diferentes autores como Apple, Stenhouse, Habermas, Freire, Tyler, Giroux,…para proporcionar una multiperspectiva analítica. Además utiliza su experiencia como profesora no universitaria y la de otros profesores. Su propósito final consiste en proporcionar un fundamento teórico coherente para el trabajo de deliberación del currículum además de mejorar las estrategias de enseñanza y aprendizaje de alumnos y profesores.
Grundy abre el debate con una definición de currículum, nos explica que no se trata de un concepto sino más bien una construcción cultural, es decir “Su fundamentación está en el contexto social donde se va a desarrollar el currículum, porque en sí mismo es un producto social e histórico” (Gimeno, J. (1988), p.127). La autora prosigue con el debate hablando ahora sobre los diferentes aspectos que puede encarnar el currículum, ya sea desde una perspectiva cultural referida a las propias experiencias de cada persona o una perspectiva conceptual referida a las influencias sociales. Resumiendo nos viene a decir que cuando nos referimos al currículum debemos pensar en cómo actúan e interactúan un grupo de personas en ciertas situaciones (Grundy, S. (1987), p.21) por esto tiene una función mediadora entre sujeto y contexto social.
Pero aparte de la definición, la perspectiva del currículum, éste también tiene diferentes intereses que bajo la teoría de Habermas1 Grundy nos los define en técnicos, prácticos y emancipadores:
Interés técnico: Está basado en la necesidad de supervivencia, transmisión de conocimientos y de reproducción de la especie humana. Para ello se ayuda de la ciencia empírico-analítica basada en las experiencias y observación y en las hipótesis.
Interés práctico: Intenta comprender el medio que le rodea mediante la interacción con él.
Interés emancipador: Es un estado de autonomía más que de libertinaje, una experiencia individual en relación con la sociedad humana y en consonancia con la libertad y derechos de los demás.
Estos intereses son enlazados con los de Aristóteles (aunque éste no utiliza el término interés).
Tekné: Es la disposición que revela una clase de acción humana, la relaciona con la acción del artesano.
Poitiké: Es crear en el sentido artístico de crear una representación o escultura (1987, p.42).
Eidos: Significa idea, y guía al artesano en su acción creadora, no siempre el producto final es perfecto pues está en relación con la tekné del artesano, ésta puede ser defectuosa, pero se evaluará el trabajo en función del acercamiento al Eidos inicial.
Con lo dicho anteriormente ¿Podemos considerar el currículum como una producción llevada a cabo de una forma semejante?
Si se pudieran aplicar los términos de Aristóteles al currículum podríamos distinguir un interés técnico implícito, esto se aplica a la acción docente en su quehacer diario orientado hacia un producto, lo que trae consigo una reproducción cultural que es trasmitida en los centros educativos manteniendo así su hegemonía. El principal objetivo del interés técnico no es precisamente enseñar conocimientos sino enseñar a comportarse, pues objetiva la propia realidad, los alumnos son simples objetos de esa realidad, donde el profesor dice donde y como se estudia. De este modo lo que persigue el interés técnico es el control de la clase de modo que el producto se ajuste a los objetivos especificados, para esta fase final se utilizará la evaluación ya sea por el propio docente o por otros. Pero lo que no se puede perder de vista es que los alumnos se opongan a este ambiente de aprendizaje, aunque esto los convierte en reactores y no en actores.
No obstante el interés práctico está más centrado en el acto y en el actor más que el propio resultado de la acción, para alcanzar su objetivo lo hace a través de la deliberación y la negociación. Los propios alumnos son considerados sujetos y no objetos y la función del profesor estará centrada en el aprendizaje y no en la enseñanza pero durante este proceso la evaluación sigue siendo un factor fundamental y no se queda en algo separado.
Finalmente hablamos del interés emancipador desde el punto de vista de Freire2 que nos dice que el estudiante no es un receptor pasivo, donde los conocimientos serán depositados como en un banco, sino que debe haber una interacción entre profesor y alumno. Y durante este proceso entre profesor y alumno es imposible hablar de enseñanza sin hablar de aprendizaje. A modo de resumen “Esta forma de pedagogía crítica, a diferencia de los procesos pedagógicos tradicionales, coloca el control del conocimiento en el grupo de aprendizaje. Por tanto, esta forma de pedagogía es inherentemente liberadora […]. En esta perspectiva crítica, es comprometerse en una forma de praxis, siendo la praxis la forma de acción que sostiene el interés emancipador.” (Grundy, p.146.). Este interés es consciente de sus propias limitaciones, reconoce las limitaciones de la historia pero hace hincapié en la personal, socialmente e individualmente, es decir deben darse cuenta de cómo la historia ha influido en su falta de autonomía colectiva. La opresión mencionada anteriormente no es algo que se elija por propia voluntad sino por desconocimiento. Lo que pretende el interés emancipador es una liberación individual y colectiva, donde los propios individuos se den cuenta de la propia realidad y sepan interpretarla dándole significado propio.
Finalmente en el capítulo nueve es donde se pone en práctica todo el argumento desarrollado hasta el momento, Grundy ha mostrado la existencia de la contradicción existente entre sus valores y los propios del ambiente de clase, la diferencia entre la intención del profesor y de los alumnos…y se pone manos a la obra para llegara a una serie de solucione mediante el desarrollo de una conciencia crítica y la comprensión de las experiencias docentes llegando a las siguientes conclusiones: Hay que reconocer la propia naturaleza política de la educación y del cambio, es necesaria la formación permanente del profesorado, hay que tener en cuenta cuestiones como hegemonía, reproducción cultural… y que se deben abordar la educación desde un punto de vista humanista, es decir, proporcionando un bastante variado y no especializado.
Se explican las principales características del currículum desde una multiperspectiva (Apple, Stenhouse, Freire, Aristóteles…) y se expone con precisión los diferentes intereses, evaluaciones, objetivos…El libro también contiene una sólida y pormenorizada explicación de los diferentes comportamientos, visiones del aula, la actuación de profesores y sus experiencias… El libro está orientado a los estudiantes de licenciatura y postgrado (master y doctorado) de Educación y áreas afines (Sociología, Documentación…). Un texto expresamente elaborado para facilitar la inmersión en la investigación del currículum.
Notas a pie de página:
1 Jurgen Habermas: En 1976 desarrolla la teoría de la acción comunicativa con la intención de lograr una reconstrucción del materialismo histórico. Critica fuertemente al marxismo por descuidar el aspecto superestructural y hacer fuerte hincapié en lo económico- material. En 1981 su interés se centra en la filosofía práctica: moral, ética, derecho y justicia. La noción clave es la idea de “comunidad ideal de comunicación”. (www.publicas.net).
2 Paulo Freire, pedagogo brasileño (1921-1997) pretende devolver la palabra a aquellos que han sido condenados al silencio. La experiencia de Freire se dirige a la revolución cultural y su mensaje de refuerza los anclajes de la conciencia humana desde donde cabe toda liberación. (Antoni. J. Colom (coord.) (2001) p.123)
Bibliografía
Freire, P. (1988): Pedagogía del oprimido, Madrid: Siglo XXI.
Gimeno, J. (1988): El currículum: una reflexión sobre la práctica, Madrid, Morata.
Grundy, S. (1987): Producto o praxis del currículo. Madrid, Morata Editores.
Colom, A. J. (coord.) y otros (2001): Teorías e instituciones contemporáneas de la educación, Barcelona, Ariel Educación S.A.
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