Zais señala que el término ‘curriculum’ es usado ordinariamente por los especialistas de dos maneras: 1) para indicar un ‘plan’ para la educación de los alumnos/as y 2) para identificar un campo de estudios; y añade:
“El curriculum como plan para la educación es calificado como Curriculum o el Curriculum…Pero como campo de estudio, al igual que muchos campos especializados, es definido tanto por el aspecto concreto del que versa (su estructura semántica), como por los procedimientos de investigación y práctica que utiliza (estructura sintáctica)”
Pero Tyler introduce un matiz muy importante, cuando afirma que curriculum es ese trasfondo que subyace tanto a las ‘actividades’ de planificación, como a los procesos de enseñanza-aprendizaje. De esta manera, nos señala que el curriculum como ‘proceso’ abarca no sólo los encaminados a crear un ‘plan de enseñanza’ sino los procesos reales de enseñanza. Sin especular demasiado, el curriculum comprende entonces, los propósitos que guían la acción, la acción misma. Esto quiere decir que el análisis adecuado del curriculum ha de extenderse desde un extremo propiamente descriptivo a otro propiamente interactivo.
Esta es la posición que en definitiva adopta Stenhouse cuando afirma lo siguiente. “Nos encontramos, al parecer, ante dos puntos de vista diferentes acerca del curriculum. Por una parte, se le conceptúa como el estado de cosas existentes en ellas, lo que de hecho sucede en las mismas. Y ya que ni las intenciones, ni los acontecimientos pueden discutirse, a no ser que sean descritos y comunicados de algún modo, el estudio del curriculum se basa en la forma que tenemos de hablar o de escribir acerca de estas dos ideas relativas al mismo….Me parece esencial, que el estudio del curriculum se interese por la relación entre sus acepciones: como intención y como realidad”.
La diferencia entre la concepción de Stenhouse y la Tyler está en que el primero acepta y asume toda la problemática que supone percibir al curriculum también como realidad escolar y como acontecimiento interactivo. Por ello para Stenhouse la problemática curricular (“su problema central” como él lo denomina) se centra en el hiato existente entre las ideas y las aspiraciones, y las tentativas para hacerlas operativas, para convertirlas en acciones educativas, en procesos reales de enseñanza-aprendizaje. Por el contrario, al decantarse por Tyler por un sentido limitado de curriculum (i.e como plan) realiza una opción particular, que incluso formalmente, tiene serias repercusiones con respecto al tema que nos preocupa.
Según lo que llevamos visto, por lo tanto, las distintas concepciones de curriculum pueden ser agrupadas en tres apartados fundamentales:
- Curriculum como contenido
- Curriculum como planificación
- Curriculum como realidad interactiva
Curriculum como contenido
Para Taylor y Richards el curriculum se refiere al ‘contenido de la educación’, sin embargo, el curriculum también se refiere al ‘conocimiento disciplinar’ que ha de ser estudiado, a la ‘experiencia educativa’ que aporta la escuela, o más simplemente a las ‘materias de aprendizaje’.
Gagné dice: “Un curriculum es una secuencia de unidades de contenido organizadas de tal manera que el aprendizaje de cada unidad puede ser logrado por un actor simple, apoya por las capacidades especificas de las unidades anteriores y que hayan sido denominadas por el alumno”
Una versión íntimamente relacionada con la de Gagné, pero que restringe aún más la idea de curriculum como ‘contenido’, saliéndose de los márgenes conceptuales establecidos por Taylor y Richards, se la debemos a Jonson, para quien el curriculum es una serie estructurada de resultados de aprendizaje…que anticipa los resultados de la instrucción.
El planteamiento de este autor conlleva hacia un vocabulario más ‘sofisticado’, una transformación conceptual, que abre conscientemente las puertas a reconocidos desarrollos del ‘diseño curricular’, separando social e intelectual la justificación de los propósitos educativos de la acción educativa que se hace, y que Jonson denomina ‘instrucción’.
En general cuando el concepto de curriculum significa planificación, inevitablemente se asume que en él viene resumido y establecido explícitamente el marco dentro del cual se desarrollará la actividad educativa de una escuela. El curriculum es entonces, como afirma Beauchamp, un documento escrito en el que se presenta “el alcance y la organización de los programas educativos”. Pero en el caso anterior, el grado de especificación de dicho marco varia considerablemente. Por ejemplo: Pratt afirma que el curriculum es “un conjunto organizado de intenciones educativas y entretenimiento”, en donde se presenta tanto lo que ha de ser aprendido y enseñado, como los materiales, los métodos de enseñanza, etc.
“Las intenciones limitan el curriculum a planes, anteproyectos, propósitos. Un curriculum no son actividades, sino las ideas, usualmente escritas, de lo que previamente ha estado en la cabeza de alguien…que las intenciones estén organizadas implica que un curriculum tiene que mostrar la relación entre elementos tales como fines, objetivos, evaluación, materia, análisis de costos, etc.”
Dentro de esta misma línea argumenta Beauchamp (1981) para quien, de modo óptimo, el curriculum debe contener lo siguiente:
Enunciado sobre las intenciones para el uso del documento como guía en la planificación de estrategias de instrucción.
Enunciados que escriban los objetivos de la escuela para la que el curriculum ha sido diseñada.
Un cuerpo de contenido curricular para la realización de los objetivos.
Enunciado sobre el esquema de evaluación para determinar el valor y la efectividad del curriculum y del sistema curricular.
En resumen el curriculum como planificación, además de retomar y abarcar las concepciones anteriores, puesto que inevitablemente ha de incluir el contenido educativo, señala marco ideal dentro del cual se desarrollará la labor educativa, y expone justificadamente los criterios que subyacen a las decisiones permisibles sobre la misma. La planificación curricular no es, por ello, el curriculum operativo, no son las acciones educativas y las decisiones, pero las determina y vehicula. El curriculum operativo o en uso es, pues, el resultado de llevar a la práctica las prescripciones del curriculum operativo o en uso es, el resultado de llevara a la práctica las prescripciones del curriculum planificado.
El curriculum como Realidad Interactiva
Oliver cita descripción del curriculum <
Y Westebury señalaba en un trabajo reciente: “Un curriculum solo encuentra su significado en la enseñanza, en las acciones y relaciones entre profesores y alumnos ocupados en las actividades mutuas que llamamos educación”.
Bibliografía
Teoría y desarrollo del curriculum, José Félix Angulo y Nieves Blanco (coordinadores), Ediciones Aljibe 2000.
Proceso y Contradicciones de la Reforma Educativa 1982-1994, Benjamín Zufiaurre Goikoetxea y Prólogo de Wilfred Carr, Ediciones ICARIA 1994.
1 comentario:
Excelente..Graciassss
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